Jueves Santo a pocos minutos de comenzar nuestra estación de penitencia, un hormigueo recorre mi cuerpo al mirarla a los ojos y le digo Madre ya estoy aquí otro año mas para acompañarte para darte las gracias por cuidarme a mi y a los mios y por dejarme ir bajo las trabajaderas que te portan mientras el pueblo pacense te mira y te reza.
lunes, 4 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Cuantas emociones en tan poco tiempo.Yo siempre he procurado acompañarla lo mas cerca posible y con la luz de mi cirio ir alumbrando su camino.Espero con inpaciencia otro Jueves Santo.
Publicar un comentario